1.- Provenir de una ‘familia disfuncional’, ¿cómo influyó en mi desarrollo emocional?
Fui una niña traviesa, inquieta. Mis padres se separaron cuando tenía 4 años y aún a mis 20 años yo seguía con la ilusión de que ‘muy en el fondo, papá y mamá se quieren y volverán a estar juntos. ´
A las familias tradicionales de mis amigos las consideraba perfectas. Me preguntaba por qué en nuestra casa, no vivían papá y mamá queriéndose, enamorados.
2.- ¿Una adolescente con problemas de salud, sobrepeso, anti deportista y que soñaba con el príncipe azul?
A los 13 años fui sometida a una delicada cirugía que duró 8 horas y me significó ingerir fuertes medicamentos post cirugía, durante 5 años más.
Mi adolescencia transcurrió entre recuperarme de aquella operación, amores platónicos, anhelos vanos de pertenecer a una familia tradicional, curiosidad por los secretos de la abundancia, relaciones de pareja mayormente tóxicas, frecuentes episodios de tristeza y llanto, gran rechazo a las actividades deportivas y sobrepeso.
3.- ¿Buena elección de mi carrera universitaria?
Terminé el bachillerato a los 17. Momento de elegir una carrera universitaria que me llevara a ejercer una profesión y realizarme en la vida. ¡Qué simple parecía!
¿Sicóloga? Sí, captar la esencia de la gente, conocerla, entender el origen de su comportamiento, pero me dije: ‘Más bien necesito una carrera que me dé dinero y con el dinero, solucionaré cualquier otro obstáculo en mi vida… ¡Sicología, descartada!
¿Periodista? Sí, contarle al mundo lo que sucede, relacionarme con altos cargos, investigar… Y al mismo tiempo, pensar en tener que ahondar en materias como historia, filosofía, que son tan teóricas, eso sonaba aburrido… ¡Periodismo, descartado!
Resultado de los tests orientativos: Economía. Y me dije: ‘Bien, como economista, sabré fabricar dinero a montones’.
Lo que en esa época yo no entendía es que el dinero no depende de la carrera, más bien es un medio de intercambio de valor.
4.- ¿Por qué me atraían la psicología y el periodismo?
¿Conoces la ley del espejo? Por ahí viene la respuesta.
Si no conoces la ley del espejo, lo conversaremos cuando nos conozcamos mejor, a través de los emails.
5.- ¿Cómo influyó la falta de vocación en mi desempeño universitario?
Fallé como estudiante, obtuve malas calificaciones, aun habiéndome unido a grupos de estudios con gente inteligente y dedicada.
Obtuve un título universitario, lo que nunca me di, es la oportunidad de aprender a ser economista.
6.- ¿Interrelación entre la herida de abandono, relaciones tóxicas y baja autoestima?
A los veinte años tuve una de las relaciones que más me afectó a nivel emocional. Trece años mayor que yo. Me solía insinuar que tendría que agradecer estar a su lado, siendo que él conocía chicas bien atractivas y cultas (o sea... para él yo no me veía atractiva, ni culta). Y manifestaba otros menosprecios, que no vienen al caso.
Recomendada por mis padres, tomé sesiones de psicoanálisis. Me traté por 5 años. Aprendí mucho sobre la culpa y el autocastigo. Aquello fue iniciarme en el mundo del desarrollo personal.
7.- ¿Cómo influyó el sobrepeso y el rechazo al deporte en mi imagen?
Entre los 16 y un poco antes de mis 20 tuve sobrepeso, comía hasta cuatro platos de comida al almuerzo y el resto del día quedaba como indigestada.
Hice todas las dietas de las revistas de moda: la de la luna, la de la ‘Nasa’, la de la banana, la de verduras cocidas, la crudi-vegana, la de solo frutas, la hipercalórica, la de solo embutidos…
No quería mirarme al espejo. El tiempo del ingreso a la universidad me vino bien porque en la previa a los exámenes, cambié la comida por el estudio y adelgacé.
No bajé de peso por alimentarme mejor, sino por comer menos, ya que mi foco estaba en ingresar a la universidad.
8.- ¿Dar todo por destacar?
En el colegio y en la universidad, más que dedicarme al estudio, me dedicaba a las relaciones sociales, a los amigos y a los amores. Siempre tenía un novio. No me daba tiempo de autodescubrimiento y dedicación a mí misma.
Lo mío también era ‘destacar’ en los distintos ambientes, marcar presencia con favores, escuchas, dar consejos aunque no me hayan sido solicitados.
Ayudaba a todos, siempre dispuesta, me esmeraba en dar más de lo que me correspondía.
Hoy sé que esos desbordes de dadivosidad, provienen de mi historia familiar y te lo explicaré en mis correos.
9.- No la tuve de origen, ¿formé mi propia familia tradicional?
Un año después de terminar la universidad, con 25 años y muy enamorada, di el “sí quiero”, frente al altar. Al año siguiente, pocos días después de nuestro primer aniversario de bodas, nos enteramos de que venía en camino nuestra primera hija.
En 2025, siendo una familia de 5 integrantes; con 2 hijas y 1 hijo, cumplimos 25 años de casados (con sus obvios altibajos).
10.- Mi vida en Europa. ¿Mi primera manifestación?
Yo quería un nivel de vida mejor, quería mudarme a un país desarrollado …
Mi esposo obtuvo una beca de pasantía en una universidad francesa, renuncié a mi trabajo de entonces y nos mudamos a París por 6 meses. Nos manteníamos con el fondo de la pasantía (que estaba calculado para una sola persona).
La verdad es que vivimos contando las moneditas... lo que no nos impidió conocer sitios impresionantes y algunos países de alrededor. ¡Gran experiencia de vida en Europa!
11.- ¿Cómo influyó mi experiencia laboral variada en mi desarrollo personal y profesional?
Cuando era estudiante de colegio, trabajaba durante las vacaciones de verano y alterné distintos puestos:
Mensajera en la agencia de viajes. Recepcionista de otras agencias de viajes. Vendedora en una tienda de ropas. Encuestadora puerta a puerta…
Desde el tercer año de universidad, trabajé a tiempo completo como:
Coordinadora de una Feria de libros local (Asunción, Paraguay). Representante expositora de editoriales locales de la Feria de Libros de Buenos Aires (Argentina). Asistente de logística de talleres de formación para funcionarios públicos. Secretaria y encargada de comunicaciones de la Cámara de Comercio Paraguayo-francesa durante 10 años. Vendedora en una inmobiliaria. Encargada marketing de la misma inmobiliaria. Vendedora de productos de cuidado del cabello.
La lista sigue: Responsable de Informes Técnicos y Rendiciones Financieras de proyectos de investigación de la Universidad Nacional de Asunción, financiados por CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología).
En la mayoría de mis trabajos como asalariada, ganaba poco. Y en los que gané bien, duré poco. Yo quería ganar dinero para conocer el mundo, hacer negocios a nivel internacional y abrazar la tan anhelada Libertad Financiera.
Tanta actividad distinta, yo me sentía capacitada en todas esas áreas y a la vez, ¡experta en ninguna!
12.- En 2020, en plena pandemia de Covid-19, a mi mamá se la llevó el cáncer, un fuerte golpe para la familia
Un proceso doloroso, lento, estresante, de mucha frustración y grandes reflexiones de por qué apareció esa enfermedad y tomó el cuerpo de alguien como mi mamá, que tanto cuidaba su salud. Yo era muy cercana a ella y ese golpe fue tan desestabilizante!
Esa enfermedad me hizo replantear nuestro modo de alimentación, presté más atención a mi metabolismo lento, me obligué a establecer una rutina de ejercicios, mis prioridades cambiaron, investigué sobre nutrición, sobre alimentación saludable.
13.- Ya no quería un empleo poco remunerado y sobre todo, quería un horario no impuesto. ¿Cómo lograrlo?
Invertí mis ahorros en un programa online de formación en ventas. El mentor es un muy buen vendedor, además de buena persona. Me propuse aprender a generar riqueza, bajo su guía.
Durante la formación, me uní a su equipo de cerradores de ventas y aunque fue de mucho aprendizaje, yo no me sentía del todo a gusto. Lo que sí rescato es que el hecho de trabajar virtualmente, me fascinó.
14.- ¿Alta estima, altos ingresos?
Seguía sin encontrar mi camino.
Yo quería ser ejemplo de empresaria equilibrada y exitosa para mis 3 hijos, con una economía familiar sin tantos altos y bajos.
En aquel programa de ventas, conocí a Verónica Baeza, terapeuta en PNL y consteladora familiar. Invertí en su programa de mentalidad y finanzas, que tenía por lema 'Autoestima alta, altos Ingresos'.
15.- ¿Cómo influyó Vero Baeza en mi crecimiento emocional, mi sanación y mis finanzas?
Crecí emocionalmente de una manera que nunca hubiera imaginado y para mi grata sorpresa, tiempo después, Vero me invitó a unirme a su equipo de trabajo.
Actualmente, soy coordinadora de algunos de los programas de Vero y alumna de su Academia. Como dice Vero, el desarrollo personal, es un estilo de vida.
MI INVITACIÓN PARA TI
Analiza tu historia.
Descubre cuáles son tus heridas y el camino de cómo sanarlas.
Suelta cargas que no te corresponden.
Fortalece tu salud y cuando hablo de salud, me refiero a la salud espiritual, física, mental, emocional y financiera.
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